Saludos a todos los que alguna vez les interesó esta historia. Hace casi cuatro años que no subo material nuevo a esta pagina. Pero por fin, después de muchísimo tiempo. Esta aventura continua con la mini serie escrita de Una historia de flores y cenizas, esta es una crónica que narra la historia de Nextli, se que no la conocen, pero es momento. Ya que es un personaje que definió parte de lo que seria después Tzub y enemigo de Keh. Posiblemente haga un dibujo de la chica luego, por ahora, aquí esta:
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CRUZADA MITOLÓGICA
Presenta:
Una historia de flores y cenizas
Capítulo 1 –
Las flores crecen aun entre cenizas
Sus pasos eran veloces, pero estaba lejos de poder ir
corriendo, aunque ella lo intentaba, lo intentaba con esmero, sin embargo se encontraba muy
cansada y herida para continuar, eran pequeñas heridas que hacían que parte de
su sangre le cubriera el rostro, que su rodilla izquierda pareciera que
necesitase un empujón para salirse de su sitio. Pero necesitaba moverse rápido,
sus perseguidores la alcanzarían pronto si se detenía a descansar o tratar sus
heridas. Pronto, el brillo del fuego y las ornamentales dorados comenzaron a
hacerse visibles mientras relucían entre la no tan densa hierba. Estaban ya muy
cerca de dar con su objetivo, la chica de cabello negro, recogido con una
peineta de flores negras, conocida como Nextli, solo podía agradecer que fuera
de noche, pues la oscuridad era un manto con el cual estaba familiarizada.
La distancia se acortaba cada vez más y más, pero ella ya no
podía seguir, jadeaba inconsistentemente mientras su sangre y sudor se entremezclaban
hasta escurrir entre sus labios, era un sabor desagradable, salado, pero para
nada desconocido. Finalmente había topado con un peñasco lo suficientemente
alto como saber que podría morir si caía ahí… podría, sin embargo, moriría de
igual forma si dejaba que diesen con ella. Los macahuitl y las lanzas rompían
con fuerza la hierba alta, mientras el enjambre de personas murmuraba indicaciones
a sus compañeros
- ¡Ey, revisa por ahí! ¡Atrás de
esas piedras!
- Encontré huellas! Van hacia el
borde del cerro.
- Prepárense y esta vez, que
nadie se distraiga
Nextli extendió sus manos al frente para mirar sus brazos,
cubiertos de Sangre humana, rodeados de largo tatuaje que recorría cada brazo y
sus piernas, cuatro tatuajes que recorrían cada extremidad y se conectaban en
la parte alta de la espalda de Nextli, justo antes de donde terminaba el cuello.
La chica dio tres pasos al frente y esbozo una sonrisa mientras cerraba los
ojos.
- ¡La veo, allá! ¡En la formación
de piedras! -grito uno de sus perseguidores
Antes de terminar de escuchar estas palabras, la chica de
ojos grises y negra caballera, salto al vacío. Rogando que el río que recordaba
estaba abajo, llevará agua.
-
En tus manos dejo mi cuerpo y mi alma
Xipe-Totec, que sea tu voluntad mi destino.
Dicho esto, se precipito sobre la gran brecha rocosa, precipitándose
y rezando por no morir aun, aun tenia cosas que hacer, como cumplir su sueño.
Era temprano y prometía ser un día soleado sobre los
extensos territorios controlados por los Azteca, un joven caminaba
distraídamente junto a un arroyo, silbando una vieja canción para niños. De
pronto se detuvo a descansar, alborotándose su cabello para intentar refrescar su
cabellera del calor que comenzaba ese día, era ya el segundo mes sin lluvias y
en una semana se cumpliría él tercero. De pronto, dejo de silbar pues una
silueta al borde del arroyo llamo su atención. El adolescente se levantó de
golpe y corrió hacia donde yacía inerte una joven mujer de larga cabellera
negra y de complexión delgada, completamente empapada y con moretones y
rasguños en toda su piel.
- ¡Ey! ¿Estás bien? – pregunto en
cuanto estuvo cerca de ella – ¿Qué pasó? -Susurró mientras tomaba entre sus
brazos a la doncella – Te llevare a casa
Mientras la levantaba, la chica logro susurrar “Nextli”, el
joven no pudo más que suponer que se trataba de la identidad de la mujer que reposaba
en sus brazos.
-
Te
llevare a casa. Seguro mi hermano sabrá que hacer.
La noche cayó y la chica seguía inconsciente, con algo de
fiebre. Un curandero había ido y aplicado algunos ungüentos en la chica para
sus heridas, unos aromas para limpiar el aura del lugar y un brebaje bastante
raro para intentarla animar.
-
Hiciste bien en avisarme en cuanto la
encontraste – dijo el curandero -Esta chica tuvo suerte de que estuvieras tonteando
por allá, Tzub.
-
No estaba tonteando, estaba buscando unas
plantas – replico el muchacho
-
Sea cual sea el caso. Solo hay que esperar a que
la chica despierte y…
-
Ugh…
La doncella comenzó a despertar, pero se veía en su rostro
que aún estaba dolida de su gran caída, en cuanto pudo se inclinó hacia delante
para quedar sentada, mirándose las manos, sorprendida de seguir con vida “gracias
mi señor” se dijo a sí misma.
-
¿Dónde… estoy? – dijo mientras veía con cautela
a los dos hombres que lo rodeaban
-
Esta es mi casa – dijo Tzub – Te encontré inconsciente
en el rio herida y te traje aquí. Él es mi amigo Yoltic y es quien ha intentado
sanarte
-
Gracias -dijo ella - Pero lo mejor será que me
vaya
-
Aún está herida pequeña niña…
-
Nextli… mi nombre es Nextli Xochitl. Y es
enserio, necesito irme.
La chica se llevó la mano a la cara y respiro profundo
-
Agradezco mucho su ayuda, pero hay gente que me
debe estar buscando.
-
¿Tu familia supongo?
-
Si… mi familia.
-
Al menos quédate hasta que amanezca – insistió Tzub
– para que recuperes fuerzas y eso, mi hermano debe volver pronto y mi hermana
esta calentado algo de comer afuera
-
Pero…
-
Insisto – dijo Tzub tomándole de la mano
instintivamente – por favor
-
Está bien – ella solo lo miraba y le sorprendía
que alguien la tratara asi – Me quedare hasta el amanecer
-
Perfecto
Dicho esto, Tzub se levantó y salió afuera de la habitación,
buscando a su hermana para avisarle que esta noche cenarían cuatro personas. En
tanto, Nextli miro su propia mano, aquella que hace un momento aquel extraño y energético
chico había tomado.
-
Tzub es un gran chico sabes – dijo Yoltic
mientras se levantaba – Quizá no es la típica persona que no se despega de una
persona hasta que se recupere – Yoltic miro la expresión de incredulidad de
Nextli – Pero fue a mi casa y casi me trajo a tirones, después de eso se puso a
trabajar en sus responsabilidades, pero a cada momento volvía a preguntar por
tu estado… en fin, yo también me retiro. Deje un brebaje a tu lado, trata de
tomarlo unos días durante la mañana y la noche.
Esa noche, Nextli conoció a Tzub y a su hermana Maya, dos
personas que le agradaron bastante, también conoció a Keh, un joven bastante
serio y que le causo bastante intriga el hecho de que se mostró bastante
distante de ella, cuando los otros dos no habían hecho más que intentar
fraternizar con ella. Aun así, ninguno de los tres le pareció una amenaza… si
lo hubieran sido, sus negros tatuajes hubieran emergido instintivamente, pero
no, estaba ocultos ahora bajo su piel, sin revelarse. Nextli agradeció eso, no quería
tener que lastimar a aquellas personas que lo habían tratado tan bien. Sin embargo,
ella sabía que tenía que irse pronto… Era una pena, le agradaba ese lugar, pero
había matado a un político bastante importante y pronto irían por su cabeza de
nuevo, la vida de una asesina era solitaria…
-
Por qué me trajiste a un lugar así – susurro Nextli
– Mi señor, ¿Por qué me muestras una vida que nunca podrá ser mía…?
Nextli cayó dormida, teniendo el sueño más tranquilo, que jamás,
en sus 15 años de vida, había tenido, todo por culpa de la Orden de las flores
de negras.